Cuando uno piensa en sensualidad, tal vez imagine una escena sacada de una película francesa, con una copa de vino, una mirada intensa y un leve roce de manos. En cambio, la elegancia nos lleva a salones iluminados por candelabros, personas bien vestidas y una presencia que calma el ambiente. ¿Pero
En estos tiempos modernos, cuando la inteligencia artificial escribe poemas y las neveras tienen WiFi (aunque nadie lo haya pedido realmente), la energía femenina también ha decidido actualizarse. Ya no se trata de un par de zapatos altos, un perfume caro o una frente despejada al milímetro. Hoy, el
Ojalá el corazón tuviera una función seducción sofisticada de recalcular ruta: "Ruta optimizada: relación amorosa en curso". Lamentablemente, el corazón no sigue mapas. Este enigma del romance moderno, donde uno entrega el alma pero recibe un cariñoso "eres como mi hermano/a", ha generado preguntas